Dña. F. Carmen Guerrero Alfaro (Maestra)
Hoy sábado día 11 de agosto, nuestra querida compañera Carmen también nos ha dejado, pero no definitivamente, porque han sido muchas las enseñanzas transmitidas, mucho el cariño dado y muchos los alumnos y alumnas que la mantendrán viva en sus corazones durante toda su existencia.
“DIME Y LO OLVIDO, ENSÉÑAME Y LO RECUERDO, INVOLÚCRAME Y LO APRENDO).
Esta frase de B. Franklin tal vez recoja la esencia de la enseñanza, esencia que Carmen supo aprender y aplicar pronto, aunque lo suyo era algo muy natural, su metodología era algo innato, iba con su manera de ser: hablaba mucho a sus alumnos/as pero también dejaba hablar y provocaba el diálogo, tan necesario siempre, enseñaba realizando actividades de todo tipo durante los 30 años que estuvo en el Colegio Miguel Medina (1973-2003), (no olvidaremos sus teatros, sus belenes con material de desecho, sus canciones, sus cuadros, sus escritos, sus poemas, sus manualidades, sus cientos de ideas creativas,...), pero no se conformaba con ello, además de transmitir y enseñar involucraba a sus alumnos/as en los aprendizajes, así "aprendían" mejor.
Sin duda ha sido una de las mejores maestras que ha dado este Colegio, de la que ha disfrutado este pueblo al que consideraba el suyo, aunque naciera en Albacete y del que se puede sentir orgulloso este mundo.
Maestra: por haber hecho mucho más digna nuestra profesión, por haber hecho más digno al ser humano, compañera, aprendimos contigo, disfrutamos contigo, nunca te olvidaremos. DESCANSA EN PAZ.
(Miguel Aroca Bernal, director del Colegio Miguel Medina, compañero y amigo de Carmen y Pedro. Sábado 11 de agosto de 2018, con el corazón encogido, con lágrimas en los ojos y con todo mi amor).
Carmen en los años setenta
Carmen con Dña. Dolores Abad, D. Joquín, Dña. Teresa, D. Pedro y D. Leonardo, en el Curso 1974/75.
Carmen Guerrero con una tutoría de los años ochenta.
Carmen en los años noventa con el alumnado de su tutoría, que se graduaba.
Carmen Guerrero durante los años noventa, con otra tutoría.
El último escrito que Dña. Carmen realizó para su querido Colegio fue con motivo de la realización del 77 ANIVERSARIO del mismo. Fue en el año 2016 y formaba parte de la revista que lo conmemoraba. Este es el escrito, que traerá de nuevo la imagen de ella a quienes la conocieron y a quienes no lo hicieron, seguro que les servirá para formarse una opinión de ella.
Con todo el cariño y respeto que se merece, este es el escrito:
Historia de una manchega que se convirtió en “panocha”.
(Dña. Carmen Guerrero
Alfaro, que ha sido maestra de este Colegio durante 30 años).
Una “miaja” de
atención
y un poquito de
“pacencia”
que os contaré en
cuatro ripios
la historia de esta
manchega.
Fue allá… en el siglo
“pasao”
¡Dios mío, y “paice”
que fue ayer!
Llegué a tierras
archeneras
justo en el setenta y
tres.
Venía del País Vasco
algo mustia y
“esansia”
pero al llegar a
estas tierras
que están tan bien
“soleas”
me llené los
entresijos del alma
de alegría a
reventar.
Na más de pasar el
puente,
subiendo Carril
arriba,
me encuentro con un
letrero:
“COLEGIO MIGUEL
MEDINA”
(aquí me tocó la
china).
¿Este será tu nuevo
colegio?
¡Pero si es una
ruina!
con tos los cristales
rotos,
las “paeres” con
“abujeros”
las mesas
“encarcomías”
con su tinta y… su
tintero.
Pero como Dios no
quiso
verme sola en esta
brega
me mandó, pa mi
consuelo,
unas “güeñas”
compañeras:
La Dolores de La
Algaida
Y la Teresa, otra
manchega.
Las tres jóvenes, con
ilusión,
dispuestas a trabajar
y hasta de cambiar el
mundo
si se llega a presentar.
Comenzamos en
“seguía”
Obras de
restauración:
Pintamos aquellas
mesas
“toicas” en
“trenicolor”:
unas verdes, otras
azul,
otras gris, otras
marrón
y aunque seguían tan
viejas
daban otra sensación.
Y pa tapar los
“bujeros” de las “paeres”
papelicos de color
que llenábamos de
flores,
de dibujos y …de amor.
Esto ya “paice” otra
cosa,
nos decía el
director,
que por aquellos
entonces
era Don José Barceló
(un hombre mu
bonachón).
Ya estaba “toico”
dispuesto
pa comenzar la tarea:
mobiliario,
presupuesto
y…¿nuevas
“trenologías”?
pero ¡qué
imaginación!
Las aulas de bote en
bote
de críos, cuarenta y
dos,
6º, 7º y 8º
multiplicaos por dos.
¡Qué “güena” materia
prima,
¡qué ”güenos”
zagales, ¡Dios!
ávidos de conocer
otros medios de
enseñanza
que no fueran la
palmeta y el “capón”.
Matemáticas, Dibujo,
Lengua, Francés,
Religión,…
Nada se nos resistía.
¡Qué “güeñas son estas
“tías”!
Y ¿es que éramos tan
listas?
¡Quiá, es que no
había especialistas.
Pa completar la
plantilla
vino Teresa
Cortiella,
Joaquín el de
Alcantarilla,
amén de “chitos” y
“chitas”,
que llegaban en
pandilla
cada año al comenzar
nuestra tarea escolar.
Compañeros, un
montón,
que aunque a todos
los nombre,
porque sería
interminable,
no me olvido de
ninguno,
los llevo en el
corazón
igual que Antonio
Garrido,
que fue nuestro
director.
Y así pasaban los
días
bregando con los
zagales
¡Qué tarea tan compleja!
Gracias que de vez en
cuando
dabas un tirón de
orejas.
Hasta que cambió la
ley
y nos amargo la “vía”
que a partir de aquel
entonces
hay que tratarlos de
“Usía”
a ellos, a su papá
a su “maere” y a su
“tía”.
A todo ello, esta
menda
Estaba siempre
dispuesta,
más feliz que una
“chochona”
de la tómbola en las
fiestas.
Y me iba involucrando
con la gente y sus
problemas
y así, de alguna
manera,
y casi sin darme
cuenta,
me fui sintiendo
archenera
con los niños, en la
escuela,
que pa mí eran mis
alumnos
los pollicos, yo la
“llueca”.
¡Y cómo los protegía!
¡Y cómo los prevenía
de tantos
“atollaeros”
que encontraron en la
“vía”¡
Y aquel colegio
ruinoso
Fue pa mí la “vía”
entera
y “muncho” más
importante
que el Palacio “e” la
Zarzuela.
Y pa mí, tos mis
alumnos
mis príncipes y
princesas
que cada día con
ellos
yo me sentía la
reina,
orgullosa cuando
ellos
me decían “mi
maestra”
Maestra para
enseñarles
no solamente las
letras,
maestra para
escucharles
y guiarle en sus cuitas.
Y como a los pajaricos
darles alas, pa que
un día
puedan remontar el
vuelo
cada uno en su
“medía”.
Y estudiaron
“Medecina”
Magisterio,
Ingeniería,…
Otros fueron
carpinteros, mecánicos…
y diversas
profesiones
“toicas” igual de
dignas.
Mujeres y hombres de
bien
porque al cabo lo que
importa es
“ser buena gente” en
la “vía”.
Y así fue pasando el
tiempo,
treinta años día por
día
en aquel colegio
pobre de medios
pero ¡tan rico en
“experiencias vividas.
Con tan buenos
compañeros
que por nada
cambiaría
y que, por muchas razones
estoy tan
“agradecía”.
Y si, este pobre
colegio
estaba bastante
deteriorado,
como tantos de esa
época,
si hacía frío, a
pasar frío
y si llovía, goteras,
pero con mucho calor
humano
dentro y fuera.
Y eran los críos
felices
y como aún no se
conocían
estas “maquinicas”
que ahora “toico” lo
saben
na más tocando una
tecla
y con ella
“guasapean”
y se “icen” cosas tan
feas
que los zagales
acaban
“munchos” mal de la
“mollera”.
¡Entonces era otra
cosa!
Jugaban, se peleaban
(era cosa de
chiquillos)
con alguna que otra
piedra
que daba en el
“colodrillo”
y al acabar ¡tan
amigos!
Y los pobres padres
tan contentos,
confiaban plenamente
en la tarea del
maestro
con el máximo respeto
Y es que…¡eran otros
tiempos!
Hoy nuestro querido colegio,
ya decrépito,
octogenario,
finaliza su andadura
pero con tan buena
suerte.
que ha “venío” a
reencarnarse
en ese otro flamante,
nuevo, moderno
que lo libra de la
muerte,
siempre trágica y
mezquina.
Y así será pa los
restos
“COLEGIO MIGUEL
MEDINA”
Me gustaría, sin
duda,
tener yo la suerte
esa,
y reencarnarme algún
día
¿en qué? Pues, sin
dudarlo
en MAESTRA .
Y para finalizar
este “engendro de
panocho”
(el lenguaje de la
huerta)
Que me ha salío
fatal,
disculpad a esta
colega
octogenaria, algo
chocha
que, sin dejar de ser
manchega
“panocha”
Quiso ser también.
Carmen Guerrero.
Que buenos recuerdos...siempre estarás con nosotros, maestra y amiga.
ResponderEliminarQué grande era como maestra y persona y qué grande será nuestro recuerdo con ella!
ResponderEliminarPuedes llorar porque se ha ido o puedes sonreir porque ha vivido.
ResponderEliminarPuedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado.
Tu corazón puede estar vacío porque no la puedes ver o puede estar lleno del amor que compartiste.
Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío y dar la espalda o puedes hacer lo que a ella le gustaría: sonreir, abrir los ojos,amar y seguir.
(Poema escoces, dedicado a la familia de Carmen. Miguel)
Fue una gran profesora,muy atenta con sus alunnos ,un veso alla donde estes
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